No, no todo es político y tampoco tiene el deber de serlo
 
El otro día participé en los comentarios de un video de YouTube que afirmaba que toda novela de ficción es, en el fondo, política; es decir, que toda obra literaria debe ser funcional a una causa social. La autora del video, convencida frente a la cámara, sostenía que todo aspecto de la vida es esencialmente político y que no existe rincón alguno de la experiencia humana que no pueda ser colonizado por la lucha partidaria. La idea me pareció monstruosa —y aún me lo parece—, así que, casi sin darme cuenta y movida por la indignación, pasé dos o tres horas tecleando con pasión y discutiendo. Antes solía enfrascarme más seguido en debates que no valen la pena, pero esta vez no estuvo tan mal: creo que logré hilar unas ideas medianamente provechosas, a pesar de que no soy una erudita en nada y tampoco pretendo serlo, pero aun así pensé que podría ser interesante compartirlas: No, no todo es político. Todo puede politizarse, que es muy diferente. ¿Qué es la política, después de todo, sino l...
 
 
