Declaración depresiva escrita a los 21 años

¿La vida es bella? Me pregunto a mí misma ¿la vida es bella?, sí claro. Puras mentiras. En realidad quisiera decir: Dios mío, qué pesada carga es la vida. Una sucesión continua e infinita de horas muertas, de días y noches vacías, de largos comas mentales. No importa que tan ocupada o que tan desocupada este ni que tenga un cambio en mi rutina; no importa con cuanto esfuerzo intente aferrarme a los pequeños detalles, a los placeres simples y efímeros; no interesa que tanto exagere los sucesos que se me antojan interesantes, que los estire hasta lo imposible, que los magnifique a más no poder; da igual que siga esperando el amor que nunca llegará, que nunca me llegará. No entiendo de que me sirven las dosis de pastillas antidepresivas que he vuelto a consumir con rigor sacramental. Es como si fuera inmune a sus efectos. He notado que hace mucho que no lloro, ¿supuestamente esto puede calificarse como una mejoría? pero a qué precio; a este entumecimiento de los sentido...