La farsa del ermitaño digital
 
Los orígenes La figura del ermitaño digital probablemente sea el ícono desapercibido de nuestro tiempo. Su aparición tuvo lugar en Japón hacia finales del siglo XX y los albores del XXI, como un fenómeno social cuyos miembros fueron bautizados con el nombre de hikikomoris. Gran parte de la preocupación que suscitaba entonces el problema residía en su improductividad económica, vista como un factor desestabilizador del tejido social: jóvenes en confinamiento voluntario que se apartaban del sistema, desertando del estudio y del trabajo. Para las familias de los afectados significaba un drama íntimo, oculto entre la vergüenza y la preocupación por el destino incierto de los hijos. En un sistema tan competitivo y opresivo como el japonés, esa renuncia equivalía a una suerte de muerte social. Pero, a gran escala, la principal amenaza de este fenómeno consistía en su influencia insidiosa sobre el porvenir de la juventud: la posibilidad de que, de extenderse demasiado, echara a perder a una g...